martes, 13 de noviembre de 2012

E2: Entrega final del proyecto (13-11-2012)

Análisis del entorno en el que se emplaza el edificio

Análisis de las plantas de la primera vivienda, y de las circulaciones y relaciones entre alturas.

Análisis de las plantas de la vivienda alta, y de las circulaciones y relaciones entre sus alturas.

Estudio de la sección: es aquí donde se aprecia con claridad el objetivo del proyecto.

Vistas de la Hilera y renderizados de la misma.

Vistas de la Hilera y renderizados de la misma.

E2: Primeras ideas



viernes, 19 de octubre de 2012

E1: Entrega del proyecto (15-10-12)

Conjunto de la situación: entorno, emplazamiento de la hilera y axonométrica

Plantas del edificio tipo a 1.100 y despiece de los niveles

Alzados de la hilera completa a 1.200, vistas de la misma y perspectiva del edificio tipo

Secciones longitudinal y transversal del tipo a 1.100, con sección fugada transversal y axonométrica seccionada long.

Plantas, alzado sur (1.100), axonométrica y vista del extremo sur de la hilera.

Perspectiva de la fachada este y renderizados de la hilera.

Una vez solucionados los problemas que presentaba el anteproyecto:

i) la entrada se ha retrasado hasta el nivel permitido de planta.
ii) en consonancia con lo anterior, el dormitorio principal en la planta superior se ha redistribuido de modo que ahora queda formado por un cuarto de baño y un vestidor.
iii) el comedor se ha rediseñado para que su colocación y dimensiones sean más afines a la cocina.

Los aspectos más notables o resaltables del proyecto son, la potencia de la terraza en voladizo que ofrece a la fachada principal, y la continuidad de vacío que produce la comunicación de la terraza con el patio.

E1: Entrega del anteproyecto (8-10-12)

Alzados de las fachadas a 1.100 y vista en perspectiva de la fachada principal


Plantas del edificio a 1.100 y despiece de los niveles

Secciones longitudinales por el patio y la terraza del edificio a 1.100

  
Los principales problemas que presentaba el proyecto en esta fase de su desarrollo eran principalmente tres:

i) Una invasión significativa del espacio público por el mecanismo de entrada.
ii) El acceso a la terraza únicamente desde el dormitorio principal, sin posibilidad de acceder a ella a través de un espacio de circulación.
iii) Un espacio de comedor quizá innecesariamente amplio, que podía perjudicar a la organización programática de la planta.

Estos errores provenían, en general, de una estrategia proyectual con base demasiado estricta en el módulo.

martes, 25 de septiembre de 2012

E1: primeras ideas de la propuesta



E1: primeras aproximaciones referenciales





Un buen referente para el ejercicio, a mi entender, es uno de los modelos para casas adosadas propuesto por Lorcan O'Herlihy Architects (LOHA). Consiste en una propuesta genérica en la que tanto las dimensiones como los elementos del programa son muy similares a los que se buscan en nuestro curso. El patio es más o menos central, pegado a una de las medianeras, reparte la comunicación entre las dependencias y aporta luz, incluso en planta baja (el patio se encuentra en planta alta), por medio de uno o varios lucernarios que se hallan sobre la cocina.

jueves, 31 de mayo de 2012

Análisis. Inquietudes teóricas y estrategia proyectual en la obra de ocho arquitectos contemporáneos (Rafael Moneo)


Antes de comenzar a exponer lo que a mi juicio considero los puntos más interesantes del libro de Moneo, considero necesaria una brevísima aclaración sobre por qué he escogido esta obra. Así pues, diré que los dos títulos subrayados en la lista que se nos entregó eran La arquitectura del patio: la arquitectura compuesta por partes de Antón Capitel, porque sólo el título atiende a mis intereses proyectuales a día de hoy, la arquitectura compuesta por partes, como bien se observa en mi compleja propuesta de biblioteca en Hilversum. El otro título y finalmente elegido, la obra de Moneo, prometía ser una enseñanza interesante de mano de uno de los mejores arquitectos españoles de la historia, pero sobre todo prometía ser completa, ya que son ocho arquitectos contemporáneos consagrados los que se estudian en esta obra.
        En primer lugar, una vez leído el libro, me gustaría analizar cómo lo escribe Moneo, antes de estudiar qué analiza. Y es que el procedimiento de Moneo es siempre el mismo. Las primeras páginas dedicadas a cada autor contienen un estudio más teórico sobre el pensamiento arquitectónico y la estrategia proyectual de cada arquitecto. En ocasiones escribe también la biografía, pero no siempre, sólo lo hace cuando es necesario para comprender los factores o experiencias vitales del individuo que condicionaron a posteriori una actitud u otra de cara al proyecto o a la arquitectura en general. Una vez considerados estos aspectos, aparece el análisis de ciertas producciones de estos arquitectos, las más interesantes de cada uno a juicio de Moneo.
        La lectura comienza con James Stirling. El británico se acerca a cierta interpretación temprana ingenieril de la arquitectura, y esto resulta porque es un arquitecto constructivo, y por ello, la máxima herramienta arquitectónica de la que se sirvió fue la sección en su juventud y en su época dorada. Es en su etapa más tardía cuando entra en juego la planta, al llegar a su lado Leon Krier, un joven y virtuoso dibujante. Digamos que esto habla de las herramientas que cuentan el proyecto, pero si hacemos un análisis más profundo sobre su obra, apreciamos la concisa afirmación de Moneo, de que es “la capacidad de Stirling de trabajar a un tiempo manteniendo la idea unitaria y produciendo gran variedad de episodios, la que caracteriza su arquitectura”. Desde luego, no se limita a ser sólo palabrería, ya que Stirling además es un prolífico arquitecto fiel a un estilo propio pero que se caracteriza sobre todo por su virtud de poder introducirse en terrenos desconocidos y asumir nuevas teorías arquitectónicas.
        Por otra parte, es en su etapa madura cuando más se interesa por la ciudad, conjunto de elementos que relaciona intrínsecamente con la arquitectura. Es curioso que un arquitecto tan notable como Stirling se preocupe tan tarde por la ciudad, cuando otros arquitectos aquí analizados se interesan por este concepto en su más temprana etapa, como Álvaro Siza, y sobre todo Aldo Rossi y Rem Koolhaas.
        Tras Stirling, Moneo analiza a uno de los arquitectos teóricos por excelencia del grupo: Robert Venturi. De Venturi lo primero que se puede decir es relativo a, cómo no, su obra magna. Complejidad y Contradicción en Arquitectura supone ante todo una crítica a la modernidad, la alternativa hacia una arquitectura más compleja que hacía posible el uso de la libertad frente a la norma. Siguiendo en este ámbito teórico, uno de los principios teóricos que asume Venturi es el de both-and, ambos y a un tiempo. La inclusión frente a la exclusión, la diversidad frente a la singularidad. También es inevitable hablar de la individualidad del todo e Inflection (hacer uso de la naturaleza de los elementos individuales que componen la arquitectura, más que de su posición o número).
        Son, como vemos, conceptos muy teóricos, de acuerdo con la naturaleza academicista de Venturi. Se demuestra con citas del arquitecto que Moneo no duda en pronunciar: “La arquitectura moderna prescindió del simbolismo y en su lugar promovió el expresionismo, concentrando su atención en la expresión de los elementos arquitectónicos: en la expresión de la arquitectura y la función”. Venturi adopta una preferencia de acuerdo a una posición ética que le lleva a identificarse, y esa preferencia es que se decanta por lo feo y ordinario (con la “silent majority”).
        Sigue Moneo con el análisis de otro estudioso de la arquitectura, esta vez el italiano Aldo Rossi.
Rossi se embarca en la ambiciosísima tarea de redirigir el pensamiento en la arquitectura con su teoría de romper con el tradicional encadenamiento a lo artístico, y convertirse en una ciencia positiva al servicio de una sociedad más consciente y responsable (oponiéndose así a grandes teóricos modernos paisanos suyos, como Bruno Zevi). Se interesa, sobre todo, por la ciudad. Para Rossi, la ciudad es “la más completa representación de la condición humana”.
A través de Arquitectura de la Ciudad, Rossi no sólo hace una presentación objetiva y científica de la ciudad, sino que elabora un amplio repertorio de términos y conceptos inventados por él mismo, como “lugar”, “tipo”, “monumento”, “forma urbana”, etc. Esta acuñación de términos es frecuente en los arquitectos que se mueven en estas esferas, incluso en los menos teóricos. Rossi es, básicamente, por una parte “esclavo del conocimiento” y por otra “esclavo del sentimiento”.
Y termina Moneo de carrerilla con los tres arquitectos más teóricos de la obra con el análisis de Peter Eisenman y de su obra.
Hay que comenzar diciendo que, a diferencia de casos de arquitectos anteriores que preferían permanecer como individuo en el anonimato, a Eisenman le gusta que su trabajo pueda ser entendido como su biografía. Por otro lado y en palabras de Moneo, “Eisenman reclama una arquitectura que pueda ser leída, entendida y juzgada como si se tratase de una operación estrictamente mental”.
Reflexionando sobre la arquitectura y el proyecto, a Eisenman no le importa tanto el resultado como el proceso (process). Cierto es que Eisenman es otro acuñador de términos, al igual que algunos de los otros arquitectos aquí analizados. En este sentido generaliza el término “diagrama”: “Genéricamente un diagrama es una abreviatura gráfica. Es la representación de algo que no es la cosa en sí misma”, con su correspondiente significativa relación de que “no existe una correspondencia biunívoca entre el diagrama y la forma resultante”.
Por otra parte está el portugués Álvaro Siza Vieira, que escapa un poco de la definición de arquitecto teórico, para enmarcarse con mucho más sentido en la clasificación de arquitecto que ha sido reconocido por su obra y profesionalidad. La obra de Siza Vieira puede ser considerada, sin ninguna duda, como la genuina quintaesencia del Movimiento Moderno. Si bien la arquitectura de Rossi busca lo platónico y la de Eisenman busca obsesivamente el método, la arquitectura de Siza busca el “sentimiento de tangibilidad”, una arquitectura que induce a ser embargados en una sensación fenomenológica de ésta.
Diametralmente opuesto a Eisenman, quien anhelaba hallar el método de hacer arquitectura, Siza afirma que no hay una vía clara, “los caminos no son nunca claros” . En la estrategia proyectual de Siza no hay jerarquías, todo tiene el mismo valor, y sobre todo, prescinde de elementos aplicados como lámparas, muebles, etc. por considerarlos ajenos a la arquitectura.
Y así llegamos al arquitecto probablemente mejor considerado de su tiempo: Frank Gehry.
Gehry es, ante todo, un pionero. El arquitecto libre que renueva la arquitectura a finales de los 70 en medio de una fehaciente crisis del postmodernismo. Puede hablarse también de narcisismo, en el sentido de que la arquitectura de Gehry  refleja y celebra el individualismo americano, muy lejos de la idea de Rossi sobre arquitectura como expresión colectiva.
Ya hemos hablado de la palabra clave en la estrategia proyectual de algunos de los arquitectos anteriores: construcción en Stirling, método en Eisenman, tangibilidad en Siza. Pues bien, en Gehry, la máxima relevancia la adquiere el programa, entendido como algo totalmente desfragmentado, opuesto a lo unitario, que nace de la ruptura. Como procedimiento característico para proyectar, Gehry ignora la documentación gráfica de plantas, secciones y axonometrías; las considera un puro trámite de obligado cumplimiento, él proyecta desde las masas, los volúmenes, se sirve de las maquetas.
El Frank Gehry de la última etapa de su carrera se define como un creador de formas, que modela su obra con libertad extrema, con lo que Gehry da vida a un mundo formal que podría considerarse como propio (conclusión interesante).
Tras el americano, es el turno de Rem Koolhaas. Koolhaas es un arquitecto que pertenece a la élite intelectual que se discrimina entre las masas. Pero es ésta una minoría intelectual crítica con la propia arquitectura. Koolhaas recapacita profundamente sobre el Movimiento Moderno, y llega a la conclusión de que su arquitectura acepta y asume esta corriente, pero sin “utopizar” el proyecto.
De todos los arquitectos analizados, puede que Koolhaas sea el único que conoce cuáles son sus modelos, tiene en mente la referencia, a qué se tiene que parecer su arquitectura. Al igual que en el caso de Gehry, para Koolhaas el programa está en el origen de la arquitectura. Puede que en este sentido Koolhaas sea menos radical que el americano, ya que Koolhaas intenta evitar el exceso de dependencia del programa.
El estudio profundo de la ciudad contemporánea, la metrópoli, por parte de Koolhaas, le lleva a introducir un concepto fundamental en las últimas décadas del siglo XX: si Le Corbusier revolucionó la arquitectura y la construcción de su tiempo con el concepto de “planta libre”, Koolhaas introduce ahora el de “sección libre”, concepto increíblemente revelador de lo que es la arquitectura contemporánea, la nueva arquitectura de la ciudad, ya que incita a pensar en vertical, de manera mucho más radical que Stirling.
Y para dar por terminado este rico estudio docente de Moneo, el arquitecto español analiza a Herzog & De Meuron. La arquitectura de estos dos suizos supone una arquitectura esencialmente renovadora. De forma deliberada, se simplifica la forma hasta las máximas posibilidades y se ignora por completo la iconografía. La imagen no existe. Es un tipo de arquitectura que aboga por la materia y los materiales.
El reconocimiento de la obra de Herzog & De Meuron no nace de una actitud y labor academicista como en el caso de Venturi, Rossi o Eisenman, sino de un premeditado profesionalismo, al igual que en Siza, pero a partir de una estrategia proyectual basada en las reglas más convencionales. En ejemplos como la Galería de arte Goetz en Munich se aprecia claramente una tendencia clara hacia el minimalismo, en el intento de aislar una porción de espacio abstracto, puro. Tanto el Centro de señales de la Estación Ferroviaria de Basilea, con su piel de cobre sin precedentes, como las Bodegas Dominus justifican la afirmación de que “el vehículo de expresión de la arquitectura son los materiales”.

Plano de situación definitivo. Centro cívico en Hilversum


Iglesia luterana en Hilversum





Biblioteca en Hilversum